Las plataformas Low Code están ganando cada vez más popularidad. Características como la sencillez de uso o su rapidez las convierten en una alternativa muy demandada para afrontar la Transformación Digital, especialmente importante (e incluso urgente) ante la pandemia.
Empresas de todos los tamaños y sectores se están sumando a la tendencia, pero no siempre se hace el uso más adecuado de ellas. Por ello, antes de implementarlas, conviene conocer en profundidad qué son, sus características y cómo podemos utilizarlas. Trataremos todo ello a lo largo de este artículo.
¿Qué es Low Code?
El término Low Code es relativamente reciente, pues fue utilizado por primera vez en 2014. Hace referencia a un enfoque de Desarrollo de Software más simplificado, en el que la programación manual es mínima.
El objetivo es posibilitar la creación de aplicaciones funcionales de forma rápida y sencilla. El hecho de que requiera poco código hace que, en parte, se democratice el desarrollo, pues pueden participar en él personas sin amplios conocimientos de programación. También facilita la construcción de apps a los desarrolladores, que logran ser más productivos, como veremos más adelante.
Las plataformas Low Code, a menudo denominadas LCAP (Low-Code application platforms), cuentan con módulos de código preconfigurado para reducir la programación manual. Las interfaces de desarrollo son muy visuales e intuitivas y basan su funcionamiento en el “drag and drop” (arrastrar y soltar) de los elementos en ella dispuestos.
Gracias a esta sencillez, como ya hemos dicho, el usuario no necesita ser experto en programación. Sin embargo, sí se necesita un equipo de desarrolladores, pues sus conocimientos técnicos son esenciales para que el uso de la herramienta sea el correcto. Solo así se asegurará el acabado deseado.
En su gran mayoría y por su propia naturaleza, estas plataformas tienen fines más genéricos. No obstante, sí que existen algunas centradas en funciones concretas, que pueden ser mucho más afines a determinados sectores.
Características de una plataforma low code: ventajas e inconvenientes
Las soluciones Low Code se están popularizando en el ámbito empresarial, principalmente en términos de transformación digital. Esto se debe a sus numerosas ventajas:
- Consiguen un resultado operativo en menos tiempo
Como estas herramientas facilitan buena parte del código ya prediseñado, el equipo puede centrarse en aspectos más valiosos como la personalización y obviar tareas rutinarias. Esto agiliza el proceso y reduce el tiempo de entrega del producto, aunque dependerá de la complejidad del proyecto.
- Logran reducir los costes frente a la programación tradicional
Esta ventaja viene dada por la reducción del tiempo de desarrollo e implementación, pero también porque funciona con equipos más pequeños. No se necesitan muchos programadores expertos en distintas áreas, con lo que el coste de personal puede optimizarse. No obstante, el precio de uso de estas plataformas dependerá tanto de las características de la misma como del número de usuarios que la utilicen.
- Mantenimiento más sencillo
De la mano del menor uso de código, el mantenimiento es más rápido y más simple que en un proyecto convencional.
- Fácil de usar, aun sin tener conocimientos previos
Tiene una interfaz visual y con elementos y flujos organizados de forma muy intuitiva. De este modo, los usuarios pueden familiarizarse rápidamente con el proceso. Aquellos que no tengan habilidades especializadas de programación o como creador de software o similares también pueden participar en el desarrollo. Esto deriva en la siguiente ventaja: la colaboración.
- Mejor colaboración entre departamentos
Otros perfiles pueden implicarse más en el diseño y creación de aplicaciones. De esta manera, empleados de otras áreas pueden colaborar con distintos puntos de vista, lo que suele llevar a un mejor resultado, uniendo esfuerzos.
- Productividad y eficiencia en el desarrollo
Al simplificar el proceso, los desarrolladores pueden centrarse al máximo en mejorar el producto y trabajar sobre las ideas del cliente y su materialización, más que focalizarse únicamente en la tecnología y otros aspectos técnicos. Así, se alcanzan soluciones más valiosas e innovadoras con un mejor rendimiento.
Pero no todo son aspectos positivos. Para afrontar la transformación digital, hay que considerar los pros y los contras de cualquier decisión y su impacto a largo plazo. Estos son algunos de los inconvenientes de las plataformas Low Code:
- Las herramientas low-code suelen tener compatibilidad con otras aplicaciones, pero eso no significa que puedan integrarse con cualquier software. Es necesario, por lo tanto, considerar a priori qué soluciones se usarán en el futuro, contemplando todo en una estrategia de transformación digital. Así, aseguraremos que la herramienta low-code no suponga ningún problema a largo plazo.
- Al basarse en módulos preconstruidos, las posibilidades de personalización se limitan en muchos casos. Esto dependerá de la plataforma concreta que se emplee. De ser así, podría suponer un problema para determinadas empresas o proyectos que requieran (o puedan necesitar a largo plazo) una personalización mucho más exhaustiva.
- El control sobre la herramienta es menor, pues no se es tan consciente de su funcionamiento como ocurre en la programación tradicional.
- El mantenimiento es externo. Es el proveedor quien se encarga de ello, por lo que la empresa normalmente no tendrá poder de decisión sobre los cambios y actualizaciones.
- Existe riesgo de que su uso no sea adecuado si se deja en manos de personas sin conocimientos en el área fuera de supervisión. La democratización que conllevan las plataformas low-code no significa que no requieran un equipo cualificado para su uso.
¿Quién puede utilizar Low Code?
Como hemos explicado a lo largo del artículo, el perfil de usuario puede carecer de conocimientos profundos en programación. Sin embargo, sí que debe tener determinadas habilidades TIC y, en el caso del uso empresarial, también otras vinculadas con el negocio.
Para aquellas personas que desconozcan por completo el mundo del desarrollo de software, el Low Code puede no ser adecuado. En ese caso, nos estaríamos inclinando hacia el No Code, que, aunque es similar, se trata de un enfoque diferente.
El Low Code no pretende sustituir el papel de los desarrolladores expertos, sino que simplemente busca facilitar su trabajo para generar más valor y más rápido. De nuevo, debemos mencionar que su presencia en proyectos de Low Code es imprescindible tanto en el uso de la aplicación como en la supervisión de otros compañeros.
¿Para qué conviene utilizar Low Code?
¿Y para qué podemos utilizar Low Code? Su uso más frecuente es interno, para procesos genéricos de empresas que requieren un mínimo de adaptación. Aun así, también se utiliza a menudo en aplicaciones dirigidas a usuarios externos. Es de especial utilidad en el desarrollo de prototipos o incluso en la actualización y mejora de aplicaciones.
El ejemplo más común es, probablemente, el caso de los CMS como WordPress. Personas sin formación específica son capaces de utilizarla y aprender más o menos rápido, pero también los desarrolladores profesionales juegan un papel crucial cuando se busca un resultado profesional. Estos pueden modificar código para adaptarlo a distintas necesidades, por lo que WordPress es muy utilizado en el terreno empresarial.
Otras plataformas que encajan en lo que consideraríamos como Low Code pueden ser Drupal, Google AppSheet, Shopify, Quick Base, OutSystems, Appian o Microsoft Power Apps.
De cualquier modo, si la solución precisa de gran flexibilidad y personalización, puede resultar más conveniente optar por un desarrollo personalizado. Existe la posibilidad de complementar las soluciones Low Code con los métodos de desarrollo habituales. Sea como sea, habrá que hacer un análisis de las posibilidades que ofrecen las plataformas del mercado y de las previsiones a largo plazo para la empresa.