¿Qué es UX/UI?
UX proviene del inglés User Experience, que significa experiencia de usuario y, como refleja su propio nombre, hace referencia a la experiencia que vive una persona en una página web. Por ello, es esencial situar al propio usuario como el centro de la estrategia y a la hora de diseñar la web, de modo que todo se adapte perfectamente a sus deseos, capacidades y necesidades.
Aquí son esenciales la usabilidad, la accesibilidad y la interacción que se establece entre el usuario y el contenido.
Para que el UX sea adecuado, hay que tener ciertas nociones sobre el comportamiento que probablemente tenga el usuario al que se dirige la web, por lo que es muy común realizar distintos estudios como: encuestas, entrevistas, mapas de clics o de calor y tests A/B.
Por su parte, UI (User Interface) significa interfaz de usuario, con lo que se estaría hablando tanto del diseño del sitio que se muestra al usuario como todo lo que ello conlleva, por ejemplo, la disposición de cada uno de los elementos.
En el UI entran en juego numerosos aspectos, de los que destacan: la estructura del sitio, que debe ser coherente y jerarquizada; la propia interfaz que se muestra, que debería ser simple y agradable a la vista; la relación y comunicación con el usuario (por ejemplo mediante avisos, mensajes o iconos claros que informen qué está ocurriendo) y, por último, la visibilidad de todos los elementos, que está estrechamente vinculada con la usabilidad del sitio.
Si se habla de diseño UI, no se pueden olvidar elementos como: los sliders, los botones, los iconos o, en un plano especialmente relevante, los textos. Todo ello contribuirá a que la navegación sea mucho más sencilla y satisfactoria para el visitante.
Con esto queda claro que UX y UI no son lo mismo, pero son conceptos muy vinculados el uno con el otro, considerándose a veces que UI es una parte de UX. Ambas partes son necesarias para que la web (en este caso, aunque puede referirse a otras cosas que no son webs, como algún producto) sea efectiva, eficiente y exitosa.
¿Por qué importan los textos en UX/UI?
UX y UI son muy importantes a la hora de crear, diseñar y adaptar las páginas web, ya que influirán en la actitud que adopte el usuario ante ellas, en el tiempo que el usuario pueda extender su navegación por ellas (si es muy complicado o poco agradable visualmente, probablemente las abandone con rapidez) y, con ello, en que pase a ser un posible cliente o seguidor de las mismas o que lleve a cabo cualquier acción de conversión prevista.
Como se puede intuir, elementos como la jerarquización, la ubicación de los apartados o el fondo que se ve son muy importantes en esta disciplina, pero también tienen un papel especialmente relevante los textos, tanto en lo que se refiere a las propias palabras y el lenguaje utilizado como en la presentación visual.
La apariencia de los textos
La apariencia visual que tenga el texto es esencial en UX, porque se relaciona con su legibilidad, una parte esencial para que la navegación sea amena.
Si un texto es difícil de leer o su diseño choca con el resto del estilo de la web, lo más probable es que el usuario reciba una experiencia negativa y, así, una mala impresión del sitio. Por ello, se hace necesario conocer los distintos modelos de tipografías que existen, sabiendo que hay una variedad inmensa y que, dependiendo de diversos factores, la más adecuada puede ser una u otra.
Por ejemplo, a la hora de elegir una fuente, una de las cosas que más se suele tener en cuenta es la serifa. Tradicionalmente existen dos tipos de tipografías: serif (con serifa) y sans serif (sin serifa).
Las primeras son las que tienen unos pequeños remates en sus líneas, como Times New Roman. Se suele decir que son más adecuadas para textos impresos, pero pueden ser recomendables para textos largos en línea, ya que se asume que esas serifas ayudan a fijar la mirada, facilitando la lectura (aunque hay quien afirma que, en la actualidad y gracias a las resoluciones de alta calidad de las pantallas, esto es indiferente).
Las sans serif suelen tener un trazo más simple de línea al carecer de serifa, siendo uno de sus mejores ejemplos Arial. Son muy utilizadas para frases cortas o que buscan un mayor impacto (por ejemplo, publicitarias) y son bastante cómodas de leer en pantalla.
Así, a la hora de decidir la apariencia del texto hay que considerar el uso que se le vaya a dar, el estilo de la web y, sobre todo, su legibilidad. Por ello, se hace necesario estudiar lo máximo posible a los distintos públicos que vayan a visitar la web y adecuar los textos a ellos y al diseño de la misma. De hecho, algunos estudios han comprobado que la tipografía empleada tiene repercusión en las emociones y en la actitud del lector frente al texto, de forma que una fuente poco acertada puede derivar en una falta de interés en lo escrito, que se hará más pesado y ralentizará la lectura.
Si se utiliza una óptima que conlleve emociones positivas, será más sencillo que el usuario quiera seguir leyendo. Además de la tipografía, habrá también que seleccionar, entre otras cosas, su tamaño, interlineado, color, el largo de la línea e incluso las maneras de enfatizar el texto (por ejemplo, negrita, cursiva, mayúsculas, subrayado, colores distintos, etc.).
La redacción y estilo del texto: el copy
La parte visual no es la única que se debe considerar en los textos para un sitio web o aplicación. El contenido también tiene su protagonismo y su papel relevante en la experiencia del usuario y en su posible conversión.
Así, el UX writing es la disciplina vinculada a la redacción de los textos para una interfaz de usuario. Como resultado se obtiene el copy, es decir, el conjunto de textos de esa pieza, en este caso, web, y que debe buscar el punto idóneo para cubrir las necesidades del usuario y de la empresa.
Para la correcta redacción de esos textos, se hace necesario un trabajo de investigación previa que permita conocer: al público objetivo, sus motivaciones, necesidades, preocupaciones, gustos, etc., de forma que se pueda adaptar lo mejor posible a sus características.
En cuanto al tema que trate el texto, el redactor debe recopilar y analizar los datos y transformarlos en información de la mejor manera posible, transmitiendo así algo realmente útil para el usuario.
Aunque cada texto es distinto y cada redactor tiene su estilo, algo clave es la simplicidad y la claridad, de modo que sea comprensible fácilmente y que, en muchas ocasiones, anime al usuario a cumplir un objetivo de la empresa.
Todos estos textos también son importantes en la configuración de la identidad de marca, por lo que tanto el lenguaje como el tono deben ser coherentes con ella, transmitiendo su personalidad y valores.
Consejos para los textos en UX/UI
Los textos para UX/UI dependen de cada proyecto y sus objetivos, por lo que siempre es necesario un estudio que determine lo más adecuado para cada uno. Sin embargo, algunos consejos muy básicos y aplicables en la mayoría de casos son:
- Que el lenguaje sea claro y entendible, con una estructura de la información clara. Textos adaptados al nivel de conocimiento del posible usuario, por ejemplo, evitando tecnicismos muy concretos si se dirige a un público generalista.
- Que el tamaño de la letra sea fácilmente legible (tanto los más grandes como los pequeños), considerando el dispositivo utilizado y el público objetivo (por ejemplo, personas más mayores necesitarán letras más grandes).
- Que el color sea adecuado para leerse fácilmente en contraste con el fondo. Por ejemplo, no se debe utilizar tipografías claras (por ejemplo, amarillas) en un fondo blanco. Además de la legibilidad, aquí se pueden utilizar los colores para captar la atención y hacer el contenido más atractivo.
- La longitud de la línea no debe ser ni muy larga, ya que dificultaría la lectura, ni muy corta, pues esto rompería el ritmo. Se suele decir que lo ideal se sitúa entre los 45 y 75 caracteres.
- La tipografía debe establecer una clara diferencia entre unas letras y otras, puesto que si son muy parecidas se pueden confundir en la lectura.