La deuda técnica, también conocida como deuda de código o deuda tecnológica, surge cuando los equipos de desarrollo toman atajos o decisiones rápidas para entregar un proyecto en menos tiempo, sacrificando la calidad del código. Es como una deuda financiera: inicialmente, acelera el desarrollo, pero si no se «paga» a tiempo mediante la corrección o mejora del código, los problemas se acumulan y terminan siendo más costosos de resolver. Este tipo de deuda puede hacer que el mantenimiento del software sea más complicado y ralentice futuros desarrollos, afectando tanto la productividad como la innovación del equipo.
Tipos de deuda técnica
Tipos de deuda técnica. Fuente: Elaboración propia
El ingeniero de software Richard Fowler clasifica la deuda técnica en cuatro tipos, que se distinguen por dos factores clave: la prudencia y la deliberación. Estas categorías ayudan a entender cómo y por qué la deuda técnica se acumula, y qué impacto puede tener en la calidad del software a largo plazo. A continuación, explicamos estas cuatro combinaciones en detalle.
1. Deuda técnica prudente y deliberada
Ocurre cuando un equipo de desarrollo decide conscientemente sacrificar calidad a corto plazo para cumplir con una entrega rápida, sabiendo que lidiará con las consecuencias más adelante. Suele suceder cuando los riesgos son bajos y los beneficios de lanzar el proyecto rápidamente son mayores que los problemas que puedan surgir más tarde. Es una estrategia calculada en la que el equipo evalúa si el valor de entregar a tiempo supera el costo de pagar la «deuda» en el futuro.
2. Deuda técnica imprudente y deliberada
Aquí, el equipo es consciente de cómo producir el mejor código posible, pero elige priorizar la rapidez sobre la calidad, sin medir adecuadamente los riesgos a largo plazo. Esta decisión, aunque deliberada, es imprudente porque ignora las consecuencias negativas de entregar un código de mala calidad, lo que puede generar serios problemas de mantenimiento y rendimiento en el futuro. A menudo, esta decisión se toma por presiones de tiempo o recursos, pero compromete la estabilidad del proyecto.
3. Deuda técnica prudente e involuntaria
La deuda prudente e inadvertida surge cuando un equipo intenta hacer un buen trabajo y sigue las mejores prácticas, pero después de la implementación descubre una solución más eficiente o un mejor diseño que no habían considerado antes. Este tipo de deuda es común, ya que los desarrolladores también aprenden y mejoran mientras trabajan en el proyecto. Aunque es una deuda técnica, es inevitable, ya que los equipos no pueden prever todas las mejoras posibles desde el principio.
4. Deuda técnica imprudente e involuntaria
Este tipo de deuda ocurre cuando un equipo, sin el conocimiento o las habilidades necesarias, intenta producir buen código, pero termina cometiendo errores sin darse cuenta. Es la combinación más peligrosa, ya que el equipo no es consciente de los problemas que está creando, lo que puede llevar a una acumulación de problemas difíciles de resolver más adelante. Esto suele suceder cuando los equipos carecen de experiencia o no tienen acceso a las mejores prácticas de desarrollo.
¿Qué pasa si no lo abordamos?
Si no se aborda la deuda técnica, el proyecto de software y la empresa pueden enfrentar una serie de consecuencias negativas que comprometen la eficiencia, calidad y crecimiento a largo plazo. Estas son algunas de las repercusiones más comunes:
- Aumento de los costos de mantenimiento, ya que se necesita más tiempo y recursos para corregir errores y mejorar el rendimiento.
- Dificultad para implementar nuevas características, pues la rigidez del código obstaculiza la incorporación de funcionalidades innovadoras.
- Pérdida de oportunidades de negocio debido a la falta de flexibilidad del software para adaptarse a las demandas del mercado.
- Disminución de la productividad, con los desarrolladores dedicando más tiempo a comprender y arreglar estructuras complejas del código.
- Impacto negativo en la moral del equipo de desarrollo, al enfrentar constantes desafíos técnicos que generan frustración.
- Fragilidad del software, incrementando la probabilidad de errores y fallos que comprometen la calidad del producto.
Abordar la deuda técnica a tiempo es esencial para evitar que estos problemas se acumulen y afecten el éxito del proyecto.
El papel del QA en la reducción de la deuda técnica
El equipo de QA juega un papel clave en la reducción de la deuda técnica al implementar varias estrategias que aseguran la calidad y el mantenimiento del código. Algunas de sus principales acciones son:
- Participación en procesos de integración continua (CI): Ejecutando pruebas automatizadas en cada actualización de código para prevenir la introducción de nuevos errores.
- Monitoreo continuo: Mediante herramientas y métricas específicas, lo que permite un seguimiento activo de la salud del código.
- Automatización de pruebas: Agiliza la detección y corrección de errores, evitando así la acumulación de deuda técnica a lo largo del proyecto.
- Desarrollo basado en pruebas (TDD): Fomenta la creación de un código más limpio y mantenible al escribir las pruebas antes que el propio código.
- Pruebas exhaustivas: Desde las primeras etapas del desarrollo, permitiendo detectar problemas antes de que se conviertan en deudas significativas.
- Seguimiento y resolución eficiente de defectos: Mediante sistemas especializados para gestionar y priorizar errores, abordándolos de manera oportuna.
Estas acciones permiten que el equipo de QA contribuya significativamente a reducir la deuda técnica y asegurar la calidad del software durante su ciclo de vida.
La deuda técnica es un desafío inevitable en el desarrollo de software, pero si no se gestiona adecuadamente, puede tener graves repercusiones a largo plazo. Equipos sobrecargados, plazos apretados y la presión por entregar rápidamente pueden llevar a decisiones que comprometen la calidad del código. Aquí es donde el rol del equipo de QA se vuelve fundamental. Al implementar buenas prácticas como la automatización de pruebas, la integración continua y el desarrollo basado en pruebas, el equipo de QA ayuda a mantener el código limpio, reducir errores y prevenir la acumulación de deuda técnica.
No se trata solo de corregir fallos, sino de adoptar un enfoque proactivo para garantizar que el software sea mantenible, escalable y seguro. Además, su trabajo en el monitoreo continuo y la priorización de defectos permite que la deuda técnica se gestione de manera oportuna, evitando que afecte la productividad del equipo y la satisfacción del cliente.
En resumen, el equipo de QA no solo garantiza la calidad del producto final, sino que también contribuye de manera crucial a la sostenibilidad y éxito del proyecto a largo plazo, reduciendo el impacto de la deuda técnica y asegurando que el software esté listo para enfrentar futuros desafíos.